
Dirigida por Yoshiyuki Momose, Ni no Kuni es una película de animación japonesa estrenada en 2019, inspirada en el popular videojuego homónimo desarrollado por Level-5 en colaboración con Studio Ghibli. La historia combina aventura, fantasía y amistad, presentando un relato donde la conexión entre el mundo real y un reino mágico juega un papel central. Aunque no adapta directamente los juegos, expande su universo con una trama original.
La trama sigue a Yuu, un joven en silla de ruedas, y su mejor amigo Haru. Ambos llevan una vida tranquila hasta que su amiga de la infancia, Kotona, es atacada misteriosamente. Al intentar salvarla, Yuu y Haru son transportados a un mundo paralelo llamado “Ni no Kuni”, un reino mágico habitado por criaturas fantásticas, caballeros y hechiceros. Allí descubren que Kotona también existe en ese mundo como una princesa, y su destino está ligado a un conflicto que pondrá a prueba la lealtad y el corazón de ambos amigos.
Kento Yamazaki interpreta a Yuu, mostrando su inteligencia, determinación y conflicto interno al enfrentarse a decisiones difíciles. Mackenyu da voz a Haru, aportando energía y pasión a un personaje que lucha entre la amistad y el amor. Mei Nagano interpreta a Kotona, quien se convierte en el eje emocional de la historia. El elenco de personajes secundarios incluye reyes, magos y aliados mágicos que enriquecen el universo paralelo.
La animación mantiene el estilo característico de Studio Ghibli, con paisajes detallados, castillos majestuosos y criaturas encantadoras. Aunque la producción fue realizada por OLM, el director Yoshiyuki Momose —exanimador de Ghibli— impregna la película con un aire nostálgico y mágico. Las escenas de batallas y hechicería destacan por su dinamismo y colorido.
La banda sonora acompaña la aventura con temas orquestales grandiosos que evocan el espíritu de fantasía clásica. La música intensifica los momentos de acción y emoción, manteniendo la conexión con el tono épico de los videojuegos originales.
Ni no Kuni (2019) ofrece una historia de amistad, sacrificio y destino enmarcada en un mundo mágico lleno de detalles visuales. Aunque su narrativa es sencilla y dirigida a un público juvenil, destaca por su estética inspirada en Ghibli y su mensaje sobre las decisiones que marcan nuestras vidas. Es una propuesta ideal para los amantes de la fantasía clásica y los universos paralelos.