🟥 Putin (2025)

🏛️ El poder absoluto como punto de partida

Dirigida por Patryk Vega y estrenada en 2025 con el título original Putin, la película se presenta como el retrato de una de las figuras políticas más temidas y discutidas del mundo contemporáneo. En la cima de su poder, Vladimir Putin aparece como un líder que ha reconstruido la influencia imperial de Rusia, pero que gobierna rodeado de miedo, aislamiento y desconfianza. El filme plantea desde el inicio una paradoja central: un hombre que ha silenciado a sus enemigos y domina el aparato del Estado, pero que al mismo tiempo se ha convertido en prisionero de su propia imagen y de sus propias decisiones.

🧠 Un estudio psicológico del miedo y la soledad

El núcleo de Putin no se limita a los hechos políticos visibles, sino que profundiza en la psicología de un líder marcado por el temor constante a perder el control. La película retrata a un hombre sin amigos reales, rodeado de subordinados y estructuras de poder que refuerzan su aislamiento. Moscú se presenta como una ciudad gobernada por el miedo, donde la autoridad se sostiene tanto por la fuerza como por la intimidación. El relato sugiere que el poder absoluto no trae estabilidad emocional, sino una vigilancia permanente incluso hacia los más cercanos.

👶 Orígenes y construcción de un líder

La historia retrocede hacia la infancia de Putin, marcada por el abandono temprano y un entorno hostil que moldea su carácter. Desde esos primeros años, la película traza una línea directa hacia su formación posterior, mostrando cómo la necesidad de control y supervivencia se convierte en una constante. Putin explora cómo estas experiencias iniciales influyen en su manera de relacionarse con el mundo, construyendo una personalidad endurecida, desconfiada y orientada a la dominación como mecanismo de defensa.

🕵️ El paso por el KGB y el ascenso al poder

Uno de los tramos más relevantes del filme aborda el periodo de Putin como agente del KGB, presentado como una etapa clave en la consolidación de su visión del poder. La película muestra cómo el espionaje, la disciplina y la lógica del enemigo permanente se integran en su forma de actuar. Más adelante, su ascenso en San Petersburgo, entre alianzas con figuras criminales y redes de corrupción, aparece como un terreno fértil para la construcción de su influencia política. El poder no surge como accidente, sino como resultado de una estrategia prolongada.

⚖️ Violencia, silencios y enemigos eliminados

A lo largo de Putin, el relato expone un patrón de eliminación sistemática de adversarios políticos y mediáticos. Sin adoptar un tono documental estricto, la película se apoya en hechos conocidos y relatos no oficiales para mostrar cómo el silencio se convierte en una herramienta de gobierno. La represión, la intimidación y el uso selectivo de la violencia aparecen como mecanismos recurrentes para mantener el control. El filme plantea preguntas incómodas sobre el costo humano de esta forma de gobernar y sobre quién paga realmente el precio del poder.

🌍 Un líder frente al mundo y al futuro

El tramo final sitúa a Putin en el contexto del conflicto con Occidente y la guerra en Ucrania, presentando a un líder temido globalmente, pero también cada vez más aislado. La película no busca absolver ni condenar de forma simple, sino invitar a comprender las motivaciones y contradicciones de una figura central del presente. El cierre deja abiertas preguntas inquietantes sobre el futuro del mundo, la posibilidad de una escalada global y el legado de un poder construido sobre el miedo. Más que ofrecer respuestas, el filme propone una reflexión incómoda sobre liderazgo, responsabilidad y consecuencias históricas.