
Dirigida por Stefano Sollima, Sicario: Día del soldado (título original: Sicario: Day of the Soldado) es la secuela del intenso thriller Sicario (2015). Estrenada en 2018, expande el universo de la primera entrega con una historia más centrada en el espionaje, la acción táctica y los dilemas morales en el marco de la guerra contra el narcotráfico y el terrorismo. Protagonizada por Benicio del Toro y Josh Brolin, ofrece un tono más crudo, directo y bélico que su predecesora.
La trama se desarrolla cuando el gobierno estadounidense sospecha que los cárteles mexicanos están colaborando con grupos terroristas para introducir extremistas en el país. Para desestabilizar a las organizaciones criminales, el agente Matt Graver (Josh Brolin) y el letal Alejandro (Benicio del Toro) son reclutados para provocar una guerra interna entre los cárteles. Su plan consiste en secuestrar a Isabela Reyes (Isabela Moner), la hija de un poderoso líder, y fingir que otro cartel es responsable. Sin embargo, la operación se complica y ambos deberán enfrentar dilemas éticos que los pondrán a prueba.
Benicio del Toro retoma su papel de Alejandro con una mezcla de frialdad y humanidad contenida, mostrando nuevas facetas del personaje más allá de su rol como ejecutor. Josh Brolin brilla como Matt Graver, un operador sin escrúpulos que encarna la brutal lógica de la guerra encubierta. Isabela Moner (Isabela Merced) destaca con una actuación convincente, aportando vulnerabilidad en medio del caos. La química entre Brolin y Del Toro es intensa y sostiene la narrativa.
Stefano Sollima, conocido por su trabajo en thrillers italianos como Gomorra, imprime un estilo sobrio, táctico y realista. A diferencia de la primera entrega, esta secuela se inclina más hacia la acción militar y el espionaje, manteniendo la tensión a través de operaciones encubiertas, emboscadas y enfrentamientos secos y precisos. La ausencia de la perspectiva idealista de Emily Blunt hace que la historia sea más directa y moralmente gris.
La banda sonora, compuesta por Hildur Guðnadóttir (en sustitución del fallecido Jóhann Jóhannsson), mantiene el estilo oscuro y tenso de la primera película. Sus notas graves y atmósfera opresiva acompañan perfectamente la violencia fría y las decisiones difíciles que marcan el tono del film.
Sicario: Día del soldado (2018) amplía el universo de la primera entrega con una visión aún más cínica y cruda de la guerra no declarada en la frontera. Si bien abandona parte de la mirada moral que ofrecía Kate en Sicario (2015), gana en intensidad táctica y retrato político descarnado. Es un thriller bélico tenso y contundente que consolida a Alejandro y Graver como figuras complejas en un terreno donde las líneas entre héroe y villano desaparecen.