
Dirigida por BJ McDonnell, Terror en el Estudio 666 es una comedia de terror que mezcla el espíritu del rock con el gore más divertido. Protagonizada por la icónica banda Foo Fighters, esta película combina sustos exagerados, humor absurdo y una buena dosis de autocrítica al mundo de la música. El resultado es una experiencia tan caótica como entretenida, hecha para fans del grupo y amantes del cine de terror con tintes ochenteros.
La trama arranca cuando los Foo Fighters buscan inspiración para su nuevo álbum y deciden grabarlo en una misteriosa mansión en Encino, California. Lo que empieza como un retiro creativo pronto se transforma en una pesadilla cuando Dave Grohl es poseído por una fuerza demoníaca que lo impulsa a terminar la canción perfecta… aunque eso signifique matar a sus compañeros uno por uno. Entre sacrificios, riffs y sangre falsa, el film se entrega por completo a la parodia del cine de terror clásico.
El reparto está liderado por los propios miembros de la banda: Dave Grohl, Taylor Hawkins, Pat Smear, Nate Mendel, Chris Shiflett y Rami Jaffee. Ninguno pretende ser actor profesional, pero esa naturalidad contribuye al encanto del proyecto. Grohl brilla con su carisma habitual, combinando comedia física y demencia rockera, mientras que el resto del grupo se divierte con los clichés del género. También destacan las apariciones de Whitney Cummings y Will Forte, que aportan aún más humor al caos.
Lejos de depender del CGI, la película apuesta por efectos prácticos llenos de sangre, vísceras y exageración. Cada muerte es más grotesca y absurda que la anterior, en homenaje a clásicos como El regreso de los muertos vivientes o La cabaña del terror. La dirección de McDonnell (conocido por su trabajo en videoclips y “Hatchet III”) se mantiene fiel al tono de una cinta de medianoche: desenfrenada, ruidosa y sin pretensiones.
Como no podía ser de otra manera, la música es protagonista absoluta. Los Foo Fighters aportan riffs pesados, temas inéditos y una energía que se siente en cada escena. La mezcla de terror y rock funciona sorprendentemente bien, reforzando la atmósfera delirante de la cinta. Entre solos de guitarra y gritos demoníacos, el filme demuestra que el rock todavía puede ser una experiencia brutal… incluso en el infierno.
Terror en el Estudio 666 (2022) es una carta de amor al rock, al cine de terror serie B y al espíritu DIY. No busca reinventar el género, sino celebrar el absurdo con guitarras y sangre a raudales. Con humor autocrítico, efectos artesanales y el innegable carisma de los Foo Fighters, esta película se convierte en una rareza divertida para ver entre amigos y disfrutar del caos al máximo volumen.