
Dirigida por Lisa Barros D’Sa y Glenn Leyburn, Un amor extraordinario (Ordinary Love) es un drama romántico que explora la fortaleza de una pareja al enfrentarse a una dura prueba. La historia sigue a Joan (Lesley Manville) y Tom (Liam Neeson), un matrimonio maduro cuya vida tranquila se ve alterada cuando Joan es diagnosticada con cáncer de mama. A partir de ese momento, ambos deberán atravesar juntos un camino lleno de incertidumbre y esperanza.
La película retrata con sensibilidad el proceso médico y emocional de Joan, desde los tratamientos invasivos hasta las consecuencias físicas y psicológicas de la enfermedad. A su vez, muestra cómo Tom intenta apoyar a su esposa mientras lidia con su propio miedo a perderla. La historia se enfoca en la intimidad cotidiana, subrayando cómo los pequeños gestos de amor se convierten en la verdadera fuerza frente a la adversidad.
Lesley Manville ofrece una interpretación profundamente humana, transmitiendo vulnerabilidad y resiliencia a partes iguales. Liam Neeson aporta calidez y ternura en un papel distinto a los que acostumbra, mostrando la fragilidad de un hombre que lucha por mantenerse fuerte. La química entre ambos actores es el corazón de la película.
La dirección apuesta por un estilo sobrio y realista, evitando dramatismos innecesarios. Los escenarios comunes —el hogar, el hospital, las calles de la ciudad— refuerzan la universalidad de la historia, recordando que podría ser la vida de cualquier pareja.
La banda sonora acompaña discretamente, con melodías suaves que refuerzan la intimidad de los personajes. La ausencia de música en algunas escenas también potencia el realismo y el peso emocional de la narrativa.
Un amor extraordinario es una película sencilla pero profundamente conmovedora. Más que centrarse en la enfermedad, pone el foco en la fuerza del amor y la complicidad en los momentos más difíciles. Un relato que emociona por su autenticidad y que rinde homenaje a las pequeñas pero extraordinarias historias de vida compartida.