
Dirigida por Bryan Singer, X-Men: Apocalipsis (X-Men: Apocalypse) es la secuela directa de Días del futuro pasado y la tercera entrega de la nueva línea temporal iniciada con Primera generación. Estrenada en 2016, la cinta introduce a uno de los villanos más poderosos de los cómics de Marvel: En Sabah Nur, también conocido como Apocalipsis.
La trama se sitúa en los años 80, cuando Apocalipsis (Oscar Isaac), el primer mutante de la historia, despierta tras miles de años de letargo. Convencido de que el mundo moderno es débil, decide destruirlo para reconstruirlo bajo su mando. Para lograrlo, recluta a los Cuatro Jinetes, entre ellos a Magneto (Michael Fassbender) y Storm (Alexandra Shipp). Los jóvenes mutantes liderados por Charles Xavier (James McAvoy) deberán unirse para detener la amenaza y evitar la aniquilación global.
El elenco mezcla a veteranos y nuevos rostros: James McAvoy regresa como Xavier, Michael Fassbender como Magneto y Jennifer Lawrence como Mystique, mientras que Oscar Isaac encarna al villano principal. Se incorporan Sophie Turner como Jean Grey, Tye Sheridan como Cíclope y Kodi Smit-McPhee como Nightcrawler, ampliando la mitología de los X-Men en el cine.
La película apuesta por un espectáculo visual cargado de efectos especiales y batallas épicas, con secuencias que van desde Egipto antiguo hasta enfrentamientos apocalípticos a gran escala. Aunque la ambición es grande, parte de la crítica señaló que el exceso de CGI y la caracterización de Apocalipsis no estuvieron a la altura del personaje. Aun así, escenas como la expansión de los poderes de Xavier o la intervención de Quicksilver se convirtieron en momentos memorables.
La banda sonora de John Ottman mantiene la línea épica de la saga, aportando dramatismo a las batallas y tensión a la narrativa. Su trabajo refuerza la magnitud del enfrentamiento contra un enemigo que se presenta como invencible.
X-Men: Apocalipsis buscó elevar la saga con un villano legendario y un despliegue visual masivo, pero terminó dividiendo opiniones por su guion irregular y exceso de espectacularidad. Aun así, ofrece momentos de gran entretenimiento, la introducción de nuevas versiones de personajes icónicos y la continuidad de la historia de Xavier y Magneto. Una propuesta que, aunque imperfecta, mantiene la relevancia de los mutantes en la gran pantalla.